lunes, 30 de abril de 2007

Es el agujero de nuevo

En fin, tenía ganas de subir esto que escribi para taller. Sin mas rodeos:

Es el agujero de nuevo

Estoy confundida. Algo asustada también. Ramiro me dijo que me quedara acá, tranquila, que acá estoy segura y nada me puede lastimar. Pero lo dudo. Acabo de ver la cabeza de una mujer flotando en la pared. No entiendo como llegó ahí. No hay un agujero, y en este lugar estoy sola. O eso pensaba… No me puedo explicar que hacía una cabeza flotando sola. ¿Es posible eso? Le voy a preguntar a Ramiro cuando vuelva, el siempre puede explicar las cosas mas extrañas. Por cierto, espero que vuelva rápido, quién sabe que puede hacer una cabeza flotante sin un cuerpo que la controle. Seguramente nada bueno.
Estoy tan inquieta, necesito caminar. Pero Ramiro no me va a dejar salir de acá. ¡Ahí esta otra vez! ¡Se asomo y se escondió rapidísimo! Ay, que horrible. ¿Ramiro donde estás? Quiero salir de acá. Esa cabeza me esta asechando… ¡Ah! Ahora se atreve a mirarme fijo. Ella también parece asustada, tiene una cara terrible.
¡Pero que atrevida! Me esta imitando. Y con tanta agilidad… Increíble. Sigue mis movimientos como si los conociera de antemano. ¿Podrá leer la mente? Por Dios Ramiro, volvé.
¡Uya! Parece que esta cabeza tiene brazos también. Pero ¿de donde salen? Esa mano me parece familiar… con ese lunar ahí… ¡es igual al mío! Como puede hacer algo así. Parece tan real. Y me sigue imitando…
-¿Señorita?
Que raro… parece que no pude hablar. ¿Será que mi voz tapó la suya?
-Señorita, ¿hola?
Que extraño, me gustaría poder oír su voz. Pero parece que no esta dispuesta a responder. Solo me copia, pero no emite sonido… esto ya es irritante.
-Muy bien querida, ¿acaso no vas a dejar de copiarme? Contéstame. ¡Y deja ya de parodiarme! No te burles así de mí. Ramiro se va a enfurecer si yo me altero. Y será enteramente tu culpa. ¡Y no me apuntes con ese dedo!
¡Ay Dios! Eso estuvo cerca, casi me toca con ese dedo. No lo podría haber tolerado. Pero… ahora que lo pienso, yo también le estaba apuntando con el índice. Mas bien, ella también me estaba apuntando con el índice; ella es la que sigue mis movimientos, no yo los de ella… ¿verdad? Oh, Ramiro, ¿verdad que si? ¿Verdad que yo soy la auténtica, que ella me esta copiando? Ramiro, Ramiro, ¿donde estás? Ya es hora de que vuelvas. Esa loca empieza a asustarme. Me mira y parece que sospecha de mí. De mí… yo soy la que esta en su derecho de sospechar de ella.
¡Ramiro volvé! Otra vez esa sensación. El vacío me come los pies. Me va a tragar el agujero negro. Se esta formando mas rápido que nunca. Me va a tragar. Y ella parece que lo ve, igual que yo. Se está asustando como yo… ¿Que pensará Ramiro de ella? ¿La querría como a mí? ¿Y si me reemplaza por ella? ¡No! No podría tolerar eso. Yo lo necesito. Sé que es infeliz. Pero yo también soy infeliz. Se lo ve triste cada vez que le cuento del agujero negro… (Sigue creciendo, estúpido agujero… cada vez está mas cerca. Ay, demasiado cerca). Y es raro, cada vez que le hablo del agujero al rato me da sueño. También, cada vez que hablo del agujero Ramiro me da un caramelo. Pero es un caramelo raro.
-¿Vos también ves el agujero, no? Mira, te quedaste quietita. ¿Es el miedo de moverse, no? Si, yo hago lo mismo; cada vez que aparece sé que no me tengo que mover. Sino, el agujero crece más rápido.
Ay Valentina calláte, no ves que te estas moviendo cuando hablas. Quieta, quieta. Intentá tranquilizarte. ¡Ah! No puedo más. Me cuesta respirar… el agujero…
-RAMIROOO!!

-Vale, ¿estás bien?
-Es el agujero de nuevo…
-¿Otra vez Vale? ¿Te volviste a asustar con el espejo?

No hay comentarios.: